Hípica
Uno de los placeres más grandes del Empordà es poder pasear en caballo por la llanura, por caminos escondidos en el macizo de las Gavarres o bordear la Costa Brava mientras se escucha el ruido del mar.
Uno de los placeres más grandes del Empordà es poder pasear en caballo por la llanura, por caminos escondidos en el macizo de las Gavarres o bordear la Costa Brava mientras se escucha el ruido del mar.